Nuestros antecedentes en el
ramo
de la panadería se remontan a los años antes del nacimiento y erupción
del
Volcán Paricutín en 1943, cuando nuestra abuela la
Sra.
Irene Murguía, originaria de la población de Corupo, municipio
de Uruapan, Michoacán; al quedar viuda empezó a hacer pan para venderlo a los
pobladores de San Juan Parangaricutiro, en un puesto frente a la iglesia que
estaba en construcción, la cual quedó sepultada por la lava volcánica y de
cuyos vestigios solo quedaron las dos torres, una de las cuales quedó
inconclusa.
Posteriormente, en 1944 y debido a que el pueblo de San Juan Parangaricutiro
quedó sepultado bajo la lava del volcán, nuestra abuela emigró a Uruapan,
Michoacán; donde fundó junto con su nuevo esposo, el Sr. Daniel Chávez,
la
Panadería Irene en el Barrio de San Juan Bautista, conocido
comúnmente como San Juan Quemado.
Con el paso de los años, uno de los hijos de la abuela Irene y del abuelo
Daniel, el
Sr. Apolinar Chávez Murguía, nuestro padre, se encargó
de la panadería para hacerla más próspera; lo que lo animó a casarse e
independizarse estableciendo con la colaboración de nuestra madre Elisa, su
esposa, su propia panadería en 1964, en la Calzada Benito Juárez No. 111, Col.
Ramón Farías, en la Ciudad de Uruapan; donde actualmente se ubica.
A través de la asociación con sus hijos en 1998 formaron la empresa denominada
Panadería Don Poly S.A. de C.V., en
honor a su progenitor y fundador, con el objetivo de continuar con la
modernización y expansión de la empresa, esmerándonos en el servicio y la
calidad del producto, para seguir ofreciendo
el mejor pan de la región,
tratando siempre de satisfacer al más exigente paladar de nuestros
consumidores.